miércoles, 13 de junio de 2007

El espeluznante regalo de Katsuhiro Otomo

Katsuhiro Otomo escibió y dibujó más de dos mil páginas de la manga más grotesca, sangrienta, interesante y perfectamente hecha, que yo haya visto (no es que tenga mucha experiencia en el tema, pero últimamente ando interesada en estas cosas).

Neo Tokio es la negra ciudad futurista, construida sobre la vieja Tokio (arrasada en la Tercera Guerra Mundial), en la que todo sucede, aunque sólo la mitad se entiende, siendo quien les escribe, una niñita occidental con neuronas cuyo máximo trabajo ha sido seguir la serie Friends durante diez temporadas.

La historia, demasiado complicada para explicarla, y más aún para resumirla, sucede en esta ciudad infestada de bandas terroristas y políticos corruptos que poseen tecnología que sorprendería hasta a Julio Verne. Todo comienza cuando un niño (Akira), que asusta más que cualquier monstruo imaginable, sin conciencia ni remordimientos, le provoca un accidente a Tetsuo, miembro de una banda de motoristas.


Akira es producto de un experimento secreto del gobierno para el desarrollo de habilidades psicoquinéticas, y ha generado un espeluznante poder psiónico capaz de provocar el más arrasador de los cataclismos.

La historia se desenvuelve a partir de este personaje, plasmando Otomo en sus diálogos, desde filosofía hasta los clichés máximos de la actual ciencia ficción.

Los detalles de la película son impresionantes y las imágenes, siempre chocantes, penetran en la retina hasta confundir. Es difícil decidir en qué lugar de la pantalla se debe uno concentrar.

Agradeceré eternamente a ese amigo, aquel fanático de su Japón inigualable, por haberme mostrado cinco minutos de lo que luego se convertiría en una increíble pesadilla recurrente de los últimos tres años.





Links:
http://personal3.iddeo.es/alexvidal/akira/akira2.htm
http://www.guiadelcomic.com/comics/akira.htm
http://personal3.iddeo.es/alexvidal/akira/akira1.htm

jueves, 7 de junio de 2007

POR POCO SE VENDEN FOTOS DEL INHODORO DE LOS FAMOSOS

Ya una no puede ser infiel ni desnudista en paz. Parece que la ociosidad y la falta de vida propia han creado una sociedad global de monstruos ávidos de sufrimiento y vergüenza ajena. Claro… siempre es más fácil reírse y satisfacer el morbo con los demás que con uno mismo.

Sea hombre o mujer, miss o carpintero, esposa de Menem o de fulanito de tal, nadie tiene derecho a meterse en su balcón con un teleobjetivo digno de una película de James Bond y fotografiar su intimidad.

Lo más gracioso es que todos critican y que “!hay, qué barbaridad! o que “los periodistas ya no saben qué hacer para vender”. Pero querido lector, es usted el que paga por ver las fotos de la pobre mujer (que apenas se ve de lo flaca, la verdad) que ni en su jardín puede disfrutar de un poquito de intimidad y de otro poquito de cosas que no se pueden mencionar en sitios a los que acceden menores de edad.

Este tema del “bolocazzo”, y lo pongo con minúscula porque tremenda bazofia no se merece letras capitales, no da para discusiones éticas ni morales… el hecho es simple: la gente, carente de emociones propias, compra las emociones que le roban los medios a algunos personajes afortunados que sí tienen algo de acción en sus vidas. La triste verdad es que vivimos en un planeta atestado de ridículos que se emocionan con dos pechos disfrutando de su libertad, por la falta de sostén y de ese marido horrible de la pobre Bolocco.

Y no, no voy a poner sus fotos en el blog porque me parece denigrante tener que mostrar a una mujer desnuda para que la gente lea algo que yo escribo. Y no porque la desnudez esté mal (soy una ferviente fanática de la piel al viento), sino porque usar cuerpos ajenos, sin permiso y darle 200 vueltas al asunto me daría vergüenza.

Más bien los dejo con algunas fotos bonitas de cosas interesantes que pasan en el mundo:



Una neva especie de rana hallada en Surinam

miércoles, 6 de junio de 2007

Caricaturas asustan a conservadores católicos

Es impresionante que aquellos que se dicen fieles absolutos a su fe y sus creencias, hasta el punto de ser fundamentalistas ante los ojos de aquellos algo más cuerdos, tengan tanto miedo de que una caricatura escondida en horario nocturno les desintegre la religión y la moralidad.

¿Acaso no es una muestra impactante de debilidad que la sección más conservadora de la Iglesia Católica chilena, con su abogado José María Eyzaguirre y demás colegas beatos, le haga la guerra a un inofensivo programita de televisión?

Para haber hecho una petición al Consejo Nacional de Televisión por la suspensión de la emisión de Papavilla, supongo que Eyzaguirre y sus compañeros vieron la serie ya que aseguraron que es nociva para los valores nacionales. Mi pregunta es ¿cómo el monito animado de un papa malcriado, un cura benévolo y tres asesores corruptos, puede asesinar los valores de este país? ¿Es la identidad religiosa chilena tan tristemente vulnerable? ¿La serie fue nociva para los valores de la sección conservadora del catolicismo chileno?

Lo más vergonzoso es que hace algunos días, cuando la serie ya no estaba siendo transmitida, José María Eyzaguirre insistió en su postura infantil y retrógrada (se parece al papa malcriado de la serie) exigiendo de nuevo al CNTv que tome postras legales contra los cable-operadores por haber transmitido el programa.

Links:

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20070602/pags/20070602191419.html
http://www.elmostrador.cl/modulos/noticias/constructor/noticia_new.asp?id_noticia=217180
http://es.wikipedia.org/wiki/Popetown
http://www.popetown.com/